En la práctica
La Santa Muerte es una entidad espiritual que se obedece al Padre Eterno creador de todo. No estoy hablando del Dios católico ni de la forma en la que muchos emparentan a “La Doña” con la figura de una deidad Griega o tres Orishas o un Ángel e incluso con cierto Arcángel: estoy hablando de que es una opción más que tenemos, al igual que los Orishas, los Mpungos o los Loas, para recibir ayuda en nuestro largo camino para alcanzar la evolución espiritual.
Su servidor es creyente de la Santa Muerte aproximadamente desde los 8 años de edad (aunque en aquel entonces no sabía que se le llamaba como tal) y rechaza el sincretismo católico y a la iconografía que se está generalizando en México alrededor de este culto.
Por lo mismo compartiré con ustedes una serie de experiencias y vivencias personales relacionadas con ella, para que al final cada forista saque su propia conclusión:
1. La relación que establece un creyente con la Santa Muerte puede darse de diferentes maneras: como simple devoto de una deidad a la que se le rinde culto, como una persona que mantiene contacto con ella a través de diferentes formas, como un espiritualista que trabaja espiritualmente con ella o como un practicante que puede “dejarla pasar” en su cuerpo.
2. Conozco testimonios directos de quienes la han visto y todos la definen como una mujer extremadamente hermosa.
3. Aquellos Curanderos, Chamanes, Hierberos, Espiritualistas y Brujos que la han “pasado” -montado- para realizar trabajo espiritual (pasar muerto o entidades espirituales es un sinónimo de montar Orisha o trepar Nfumbe), comentan que su nivel vibracional es tan fuerte que necesitan de varios días para “regresar a la normalidad”.
4. Existen muchos testimonios de personas que afirman haber salvado la vida gracias a la Santa Muerte. Su servidor es uno de ellos.
5. En mi Itá de Mano de Orunla y en el de Santo aparecía la presencia “de algo” que ninguno de los mayores de Ifá podía justificar. Ese “algo” hablaba a través de un Odu, pero nadie sabía definir qué era, salvo que se trataba de un compromiso que yo había hecho hacía muchos años. En un punto de desesperación un Babalowo (durante in ita) me “sometió” a un “intenso interrogatorio” para tratar de entender qué era y tras recorrer infinidad de opciones, hablé sobre la presencia de la Santa Muerte en mi vida. El sacerdote de Ifa dijo que finalmente entendía esa presencia “desde siempre” conmigo y me dijo que mejor le rindiera culto a Oyá, que es lo mismo. Le dije que no tenía inconveniente en atender a Oya, que la Santa Muerte podría “emparentarse más con Ikú”… pero que tampoco me pidiera olvidarme de la “Doña”. Curiosamente aceptó con una mezcla de comprensión… y miedo.
6. Otro tipo de testimonios directos es el de un policía que persiguiendo a un criminal, con quien tenía viejas rencillas, finalmente pudo atraparlo tras impresionante balacera. El delincuente yacía en el suelo con varias balas incrustadas en el cuerpo e increíblemente no había muerto. El representante de la ley no daba crédito a que aquel hombre estuviera vivo, y lo más sorprendente fue que el mismo tipo bañado en un charco de sangre pidió a su enemigo que con una navaja o cuchillo hiciera una incisión en su pecho, cerca del corazón, y sacara una figura de la Santa Muerte que, tallada en hueso, había incrustado en su cuerpo durante una de sus estancias en la cárcel, para evitar que “la muerte lo alcanzara”. Tras dudar unas 2 horas en si hacía lo que le pedían, el policía accedió ante el desastroso estado del malhechor y fue hasta entonces que éste pudo morir.
7. Cuando se hace trabajo espiritual (limpias, sanación, despojos, etc.), se hace siempre ante el altar o nicho destinado a la Santa Muerte.
8. Curiosamente la Santa Muerte no es celosa ni se contrapone con la energía Orisha ni ha dado muestras de molestia por basar el desarrollo espiritual principalmente en la Regla Osha, sin embargo, los mayores nos han recomendado que se trabajen en lugares separados.
9. La comunicación con la Santa Muerte no requiere de oráculos para saber qué es lo que necesita, si está satisfecha con las atenciones que se le dan o qué responde ante una consulta: ya sea que hable mentalmente, con imágenes o con energía, para lo cual el devoto deberá tener experiencia en estos menesteres… para aquellos que no manejen estas prácticas, existe un mecanismo muy sencillo: un cigarrillo.
10. Como con cualquier otra entidad espiritual o religiosa, se puede hacer trabajo blanco o negro con la Santa Muerte, sin embargo, estos requieren de cierta destreza ya que ante todo ella es sinónimo de justicia… en este mismo sentido también las consecuencias, para bien o para mal, deberán de ser asumidas por quien lo haga o quien pague para que lo hagan.
11. En consecuencia, no se debe dejar pasar por alto que hacer obras con “La Doña”, para bien o para mal, también requiere de flores, polvos, líquidos, velas y velones, plantas, animales (secos), alimentos preparados y toda una serie de elementos e instrumentos que pueden ir de lo sencillo hasta lo complicado.
12. Si bien es cierto que la Santa Muerte forma parte de los guías espirituales que ayudan a desempeñar la labor de los Curanderos, Chamanes, Hierberos, Espiritualistas y Brujos, no siempre se puede presentar uno ante ella como tales cuando se hace algún trabajo para pedir justicia, pero eso sí: se le debe dar conocimiento del motivo por el cual se hace y dejar en ella la última palabra.
13. “La Doña” no es ni será nunca sinónimo de impunidad.
14. Existen algunos libros y folletos dedicados a la Santa Muerte, y que mal que bien describen sus “virtudes” e incluso dan recetas y obras para obtener lo que una persona desea: si bien es cierto que esos “trabajo” funcionan, sus autores dejan de lado que lo que une a una persona con “La Doña” son energías (cualquier semejanza en la relación “Aleyo/Iyawó/Santero con los Orishas NO es coincidencia).
15. Les comparto un rezo de la Santa Muerte (Sr. Cuevas: quizá sea aquí donde encuentre impresionantes guiños relacionados con su posdata)… en especial su servidor opina que es la más efectiva para conseguir sus favores:
Jesucristo vencedor que en la cruz fuiste vencido, vence a (se dice el nombre o situación) que esté vencido conmigo, en el nombre del Señor.
Si eres animal feroz, sé manso como un cordero, manso como la flor de romero; tienes que venir; pan comiste, de él me diste, quiero que me traigas a (diga el nombre o situación) que esté humillado rendido a mis plantas a cumplir lo que se ha ofrecido.
Santísima Muerte yo te suplico encarecidamente que así como te formó Dios inmortal, con tu gran poder sobre todos los mortales hasta ponerlos en la esfera celeste, donde gozaremos un glorioso día sin noche por toda la eternidad en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo...
Yo te ruego y te suplico te dignes ser mi protectora y me concedas los favores que yo te pido hasta el último día, hora y en el momento en que su Divina Majestad ordene llevarme ante su presencia.
16. Habrá quienes digan que no se puede tener tal mezcolanza religioso-espiritual… mmm de ser cierto, entonces un Santero no podría ejercer el Palo Monte, un Palero no podría ser Espiritualista y un Espiritista no podría ser Santero, no?
17. Sincretismo???... su servidor piensa que el sincretismo* lo hace la gente al combinar “una cosa con otra”, esto es: la práctica común de los devotos a la Santa Muerte puede tener mucho en común con las prácticas católicas, pero la práctica individual es lo que puede marcar enormes diferencias entre una y otra, al grado de hacerlas opuestas… me voy a citar en un párrafo correspondiente a la primera parte del tema y en el que propongo tenuemente el camino a seguir para entender todo esto:
“La Santísima Muerte es la personalización de la “muerte” per sé, en el cual su identificación como individuo la hace resaltar como una “autoridad”, como la entidad espiritual que tiene la misión de poner fin al ciclo de vida de una persona… por ello es común que sus devotos no renieguen ni blasfemen de ella (ni del Padre Eterno, “patrón último” de la misma “Doña”, la encargada de cumplir la voluntad del Dios creador de todo)”…
18. La Santa Muerte como entidad espiritual, digamos en una acción parecida a lo que sucede con los Orishas en la Regla Osha, también tiene sus hijos, por ello siempre está presente en la vida de ciertas personas desde que son pequeños y por ello es que los devotos de la Santa Muerte somos también muerteros, aunque aparentemente como individuos formemos parte de ese “fenómeno” social que actualmente está sucediendo el México (situación que los coloca en el lugar común de la adoración a dicho ícono), en el fondo sabemos (y nos guardamos) que existe un gran trasfondo poco comprensible ante la mirada común con respecto a nuestra (verdadera) relación con ella…
Saludos…
* También es por esto que omito hacer alguna referencia o alusión al culto de "San la Muerte" establecido en Paraguay y Argentina...