Con el permiso de los mayores...
Me voy a tomar el atrevimiento de exponer una reflexión personal sobre un tema que considero delicado: ser muertero, aprovechando que el término fue manejado en este posteo...
El concepto "ser muertero" ha sido bastante manoseado, sobre todo a partir de que se le a indilgado a la Diáspora cubana el origen de muchas “expresiones religosas” que se practican principalmente en el Continente Americano (para muestra recomiendo leer un panfleto –tomado a su vez del libro “El espiritismo en Cuba” - llamado “Muerterismo o Regla Muertera”, escrito por José Millet)…
Por lo mismo creo que se debe hacer la acotación de que el muertero no sólo es el que tiene contacto con sus antepasados, guías espirituales y otras entidades evolucionadas: si la persona se limitara a esto, entonces se le llamaría espiritista*… tampoco se limita al Palero o Tata, dueño de una Nganga que le permite trabajar con un Nfumbe… no incluye sólo a su vez al médium que puede hablar con los muertos…
Además de estas características, el muertero tiene la obligación de saber trabajar con “muerto” en cualquier circunstancia: desde aquel muerto que se a “posesionado” –físicamente- de una persona, con el muerto que tiene “secuestrada” el alma de una persona, con el muerto que se ha “pegado” a una persona, con el muerto que se le “recostó” a una persona… hasta hacer trato con el muerto de la calle, alcantarilla o cañería, comprar los servicios del muerto en el cementerio, convertir a un muerto malo en muerto bueno e incluso darle luz al mismo muerto…
No incluyo las funciones de las personas conocidas como “cancerberos de los muertos”, pues una cosa es tener el don de ser muertero -de nacimiento- y otra cosa aprender el oficio de ser muertero… más si quiero compartir con ustedes algunas expresiones que grandes “muerteros” han compartido conmigo cuando se habla del tema:
- ser muertero incluye acudir al lugar donde hubo un accidente o muerte trágica y hacer en ese momento trato con los muertos para ayudar o destruir,
- ser muertero permite engañar al muerto malo cuando fue contratado a través de trabajo negro para matarnos (curiosamente el engaño consiste precisamente en “hacerse el muerto” frente a él),
- ser muertero contempla saber hacer el despreciable pero efectivo "cambio de cabezas",
- ser muertero es saber que con sólo dos elementos (un líquido y un poco de polvo conseguibles en cualquier lado) se destruye a la Nganga más poderosa…
- ser muertero necesita saber cómo convencer al muerto fresco para meter trabajo negro en sus entrañas,
Pero también:
- ser muertero obliga a la persona a tener conocimientos mínimos sobre brujería, chamanismo, hechicería, sanación, metafísica y espiritismo,
- ser muertero es ser a su vez conocedor de los secretos mínimos del hierbero, mayombero, curandero, alquimista e incluso del catolicismo sacerdotal,
- ser muertero requiere ser adivino, vidente y agorero,
- ser muertero implica saber conocer el mal para poder hacer el bien,
- ser muertero es no olvidarse que se tiene un don entregado por Dios (o cualquiera que sea el nombre con el que se le reconozca)…
Es por ello que el muerterismo es y será durante mucho tiempo un gran botín que aún no es propiedad de ninguna religión ni expresión religiosa, ya que su conocimiento se ve en todos los aspectos comunes que rodean la vida de una persona… y en lo que no se ve… es también jactancia de muchos, conocimiento de pocos…
Quiero hacer hincapié en algo: un espiritista puede ser palero… y médium… y espiritualista… por supuesto que sí, pero por ejemplo: ¿es fácil ser muertero y palero? ¿puede el muertero evitar que lo domine la maldad, la brabuconería y prepotencia que nos caracteriza a muchos religiosos de las Reglas Congas, y en lugar de arrear al Nufumbe de la prenda, se decida arrear a un ejército de muertos para destrozar a alguien a cambio de unas monedas?... en teoría cualquier sacerdocio conlleva una gran responsabilidad espiritual que continuamente hace caminar al iniciado en la famosa delgada línea que divide al bien del mal, más en la práctica la realidad nos ha demostrado que para muchos no existen esas froteras… ahora bien, tampoco es que el muertero tenga virtudes mesiánicas o que sea todo poderoso o que tenga el mejor de los “oficios”… ¿será divertido trabajar con la parte más oscura de la vida: la muerte? o peor ¿se está dispuesto a pagar las consecuencias por abusar de ese don?...
Su servidor conoce verdaderos muerteros, que también son Santeros, Espiritistas y Espiritualistas… Hierberos, Sanadores y todos los "requisitos" ya mencionados (junto con otras obligaciones poco conocidas por la gente común)... practicantes que pregonan la honestidad con el ejemplo o que se venden bien económicamente a cambio de hacer el mal, y déjenme confesarles que siempre he de quedar sorprendido –y por qué no decirlo: asustado- por los impresionantes secretos que termina uno aprendiendo de ellos: son una caja de sorpresas sin límites… los conocimientos del muertero no tienen fin, precisamente porque el mundo de los muertos aún nos es desconocido como para definirlo con una oración o fuleando Nfumbe…
Saludos…
* Existe una versión cada día más generalizada que señala que el espiritismo vinculado a la Regla Osha y que incluye la investigación, la misa y la coronación espiritual, es efectivamente “un invento cubano” muy alejado de la propuesta espírita de Alan Kardec: un tema que daría para bastante discusión ya que hasta la fecha el principal instrumento Kardeciano que se conoce para trabajar el espiritismo es la oración…