Nsala malekum mpanguis…
National Geographic sigue incursionando con su serie de televisión Tabú latinoamérica, en diversos que temas que a veces ya no sabe uno si pretenden documentar o simplemente poner en evidencia la charlatanería en la que se incurre en diversos países del continente cuando se trata de ofrecer “soluciones” a los problemas cotidianos derivados de la mezquindad humana…
El fin de semana, nuevamente por azares del destino, descubrí una serie llamada Tabú religiones (no sé qué tanto se diferencíe de las otras emisiones), la cual me dejó bastante impresionado, por no decir que en estado de conmoción…
El capítulo, como los de la otra serie, está dividio en la documentación de tres casos alternados secuencialmente… de los cuales dejaré dos sin mencionar simplemente porque rayaron en la estupidez… pero hubo un tercero, ubicado en Argentina y enfocado a San La muerte, mismo que trataré de reseñarles…
El personaje de esta investigación era un expresidiario adorador de San La muerte, el cual él mismo reconocía había sido condenado a cadena perpetua y aunque nunca explicó cómo fue que obtuvo su libertad, sutilmente dio a entender que había sido gracias a que en la cárcel decubrió el culto a San La muerte, de quien se hizo ferviente y que fue ella quien le dio su libertad…
Pues bien, ya afuera se “hizo” sacerdote consagrado por San La muerte, estableció su culto y en él el señor realiza ceremoniales de iniciación para que la propia San La muerte “llegue a la vida de las personas” y les ayude a cambiar para ser personas de bien (je je je, cuánta retórica similar a la que usan sacerdotes de Osha e Ifa para convencer a los incautos que se inicien en las religiones de origen africando si tenerlo en su destino)…
Hubo varias cosas que me impresionaron en el documental y que pongo a su consideración:
1) El sacerdote “consagrado” para dirigir este culto tiene que consultar directamente con San La muerte para saber si una persona será iniciada o no… y para ello (y ojo, al menos es lo que presentaron durante el documental), este señor toma bebidas embriagantes frente al altar de San La muerte, se fuma un habano, lo cual supongo le hizo entrar en trance y hablar directamente con ella y dar su respectiva aprobación para poder presentar a la víctima con el que se ejemplificará este culto…

2) Una vez “aprobada” la iniciación se presenta el caso a tratar: un delincuente quien recién salió de la cárcel y que a falta de pantalones para portarse correctamente, requiere de la ayuda de San La muerte para que le ayude a ya no delinquir y caminar siempre por el camino del bien…
3) Las declaraciones, tanto del “Sacerdote“ como del futuro iniciado son de una fe tan “autentica” que rayan en el fanatismo…
4) Durante la ceremonia se usan hierbas (el mismo Sacerdote lo señala) para “limpiar al indiciado”, diversas velas (entre las que destaca el uso de una de color negro para “quitar todo lo malo”), inciensos y diversas bebidas embriagantes…
Pero lo impresionante, que raya entre la estupidez y el surrealismo, viene a continuación:
5) La ceremonia de iniciación en sí consiste en que el “Sacerdote” previamente ha tallado en hueso humano (una persona que en vida necesariamente tuvo que haber sido bautizado), la figura de San La muerte, la cual, en el punto culminante de la ceremonia, será introducida en la espalda del iniciado tras hacerle una incisión, misma que posterioremente será suturada y cosida al más estilo apache…
Bueno, pues esto fue el acabose: puedo entender que de pronto se usen velas (aunque no concuerdo con el color, porque cuando su servidor fue iniciado como Curandero mi padrino me enseñó, entre otras cosas, que las velas negras son para hacer daño, las blancas para recoger lo malo y las moradas para transmutar), puedo comprender que el uso de hierbas se haya robado de la práctica chamanística o incluso de la Osha o el Palo (o en realidad de las que use cualquier brujo)… puedo estar de acuerdo en que el trago y los inciensos son la atención que más gusta recibir a San La muerte, pero acaso este imbécil conoce las implicaciones (espirituales y karmáticas) que tiene introducir el cuerpo el hueso de un difunto?
Por cierto, en el Palo existe un pequeño chiste que dice: ”quieres darle calcio a una persona para que crezca sana y fuerte?, pues dale a comer polvo de hueso de muerto”…
Sí, es una soberana tontería… estpidez… y hasta me atrevo a calificarlo de pendejada… no lo concibo… o al menos que mis conocimientos en eso del hueso de osamentas humanas estén toricidos, porque aquí yo veo dos situaciones:
1) Se le está dando de comer menga humana a un hueso humano: sabe una persona con dos dedos de cerebro lo que eso significa?... por ejemplo, en el Palo existe una brujería mortal que entre otras cosas incluye darle de comer menga de XXXX a polvo de hueso de muerto… así que qué diferencia hay con lo que hace este imbécil?
2) Pero aún peor: se está introduciendo el astral de una persona muerta (porque el hueso del muerto sigue siendo un "residuo"... una parte "de", energetizado con el astral, el karma, cuestiones áuricas e incluso el ADN*) para conjuntarlo con el astral de un ser humano aún vivo, lo que si me pongo exquisito equivale a “meterle” un muerto a la persona sin que medie pacto alguno, aviso o adevertencia de que ese difunto tendrá que ayudar a la pertsona “en su evolución… porque insisito: se le dio menga, la del iniciado, y eso equivarle “a darle vida al muerto”, activarlo…
Pero démosle el beneficio de la duda… digamos que el “Sacerdote de San La muerte” le pone atención a todo esto (en realidad lo dudo: si uno observa a lo largo del programa los ojos de este hombre descubrirá simplemente que no tiene luz en la mirada) y que si no se divulgó es porque son secretos de religión (ja ja ja, perdón, pero en serio que no puedo dejar de pensar en la actitud de algunos sacerdotes de Osha e Ifa que conozco), sin embargo no deja de parecerme una total aberración lo que presencié por tv…
(Por cierto, un paréntesis: el "Sacerdote" cuenta una leyenda sobre San La muerte: dice que fue un monje misionero que ayudaba a la gente (sobre todo indígenas) hace muchos siglos y que fue asesinado por envidiosos.... ejem... bueno... saaaabe, pero esa explicación no la emparenta en nada con La Santa Muerte mexica)...
El documental finaliza con el “Sacerdote de San La muerte” satisfecho por la iniciación, el iniciado llorando en sus brazos por la emoción del “cambio” que va a tener en su vida (o las lágrimas serán de dolor por la “salvaje” incisión que le hicieron en la espalda??... o porque ya “le pica” el huesito que le clavaron en la esplada??) y la familia de este último observando todo entre turbada y conmocionada, más que por lo que observaron, creo que por no saber a ciencia cierta qué sucedió, pero eso sí, llenas de fe en que con eso el señor jefe de familia dejará de hacer tarugadas…
Horror… sí, horror pero también náusea y conmoción... pero después indignación, porque efectivamente sólo en Latinoamérica pueden inventarse estas pendejadas…
Nzambi nos akutare, por favor...
* Les recomiendo ampliamente investigar sobre las implicaciones espirituales que conllevan la donación de órganos en el ámbito de la medicina, para darse una idea de los “tratos” (y sin saberse) que se hacen con los muertos cuando los doctores los utilizan con el “pretexto” de salvar una vida… o mejor: han percibido foristas los cambios de carácter que tiene una persona por el simple hecho de recibir una transfusión de sangre?...
Si el Olowo Cuevas lo permite, con gusto puedo compartirles un interesante texto sobre el tema...